En una nueva entrevista, uno de los directores de Bel Ami, Declan Donnellan, habló sobre la película y sobre Robert. En este artículo tan itneresante se recogen sus declaraciones que son bastante alabadoras
Como ganador de numerosos premios Olivier, el director británico Declan Donnellan está acostumbrado al al golpe de efecto del teatro, ese momento en el que el transcurso de los hechos en el escenario da un giro impresionante.
Pero lo que pasó en la alfombra roja de Bel Ami en Berlín, en su debut cinematográfico, hizo incluso que Donnellan pensase que había perdido el rumbo.
"Hubo un momento en el que pensé que me había vuelto loco," dice Donnellan, el cual estuvo en Glasgow el mes pasado para la premiere de Bel Ami con el co-director de la película, el escenógrafo de teatro Nick Ormerod.
"Estaba seguro de haber oído a unas personas gritar 'Nick' y 'Declan'. Pensé 'Esto es realmente patético, te has vuelto loco'. Pero miramos alrededor y había un grupo de unas seis personas que tenían fotos nuestras del set, sacadas de internet. Nos sentimos muy agradecidos," dice riéndose. "Se lo echamos en cara a Rob."
El "Rob" la que se refiere, y la razón por la que Donnellan y Ormerod se impresionaron al recibir atención alguna, es Robert Pattinson, una de las estrellas de Bel Ami pero mayormente conocido por interpretar a Edward Cullen el la saga Twilight. Para los Twihards, como son conocidos los fans de las películas de vampiros, Pattinson es como un Beatle, o un Daniel Radcliffe más alto, escoged la mejor descripción. Cuando camina por la alfombra roja todo empieza a volverse ruidoso de manera muy rápida.
Bel Ami, adaptada de la novela de Guy de Maupassant, es la historia de Georges Duroy, un chico francés de ciudad y ex-soldado que no tiene talento alguno para hablar pero si lo tiene en la manera de aparentar y de verse ante los demás. Llegando al fin de siglo en París, Georges encuentra un trabajo como periodista político hablando sobre el comienxo de la guerra. Más importante aún para sus ambiciones más altas es que encuentra un papel como el "amigo" favorito de muchas de las mujeres de los hombres más poderosos.
Después de Water for Elephants y Remember Me, Bel Ami marca otra parada en el viaje de Pattinson de estrella de cine adolescente a hombre protagonista. A pesar de que la saga Twilight continúa (preparáos para Breaking Dawn: Part 2 a finales de año), el actor de 25 años es prudente pensando sobre lo próximo que ocurra.
Sus oportunidades de impresionar en Bel Ami se incrementan debido al cast de actores que también actúan como Uma Thurman, Christina Ricci y Kristin Scott Thomas como las damas parisinas que son embaucadas por Georges.
Es posible ver una cierta ironía en Pattinson, un actor joven conocido en gran parte hasta ahora por su buen aspecto, interpretar a un personaje que tiene un poco más que ofrecer a parte de su belleza. Donnellan no está recibiendo nada de eso. "He trabajado con actores durante 35 años y algunos de ellos muy, muy buenos. Rob tiene un talento increíble. No es Georges Duroy." (David Cronenberg, el cual dirige a Pattinson en la película próxima a estrenar Cosmopolis, también alabó las cualidades actorales de Pattinson cuando le entrevisté recientemente.)
De hecho, una de las razones por las que Pattinson, junto con Scott Thomas y el resto del reparto, aceptaron trabajar por no mucho de lo que el debut cinematográfico de Donellan y Ormerod podía ofrecer (previamente dirigieron un corto) es porque sabían que ambos venían del mundo del teatro, o por los diálogos de actuación que había hecho Donnellan, The Actor y Target.
Esto explica por qué el reparto firmó, pero ¿por qué Donnellan y Ormerod, cuya compañía teatral Cheek by Jowl actúa por todo el mundo, querrían dejar el teatro por el cine? Cuando hablamos en Glasgow, su anterior producción Tis Pity She's a Whore acababa de estrenarse en el Barbican la noche anterior con críticas de hasta cuatro estrellas.
"Siempre nos gustó el cine," dice Ormerod. "Vamos al cine para relajarnos del teatro. El teatro es una especie de trabajo." La razón que les ha llevado a hacer tan tarde su debut en el cine es que no pensaban que pudiesen enfrentarse a la brecha de tiempo que existe entre tener una idea para una película y comenzar a trabajar conh ella. "Nos íbamos a volver locos sin trabajar," dice Donnellan. "Tenemos que estar en una habitación con actores por lo menos durante un año para hacer algo nuevo."
Ahora al final de sus 50 años y al principio de los 60, no era un caso de ahora o nunca para Donnellan y Ormerod sino más bien un problema de ¿por qué no ahora? Tal como ocurrió, el la obra de teatro encajño perfectamente con la preparación de la película, pero seguía siendo un camino largo. Y no uno lleno de rosas, todo lo contrario. Con un presupuesto para Bel Ami de solo nueve millones de euros (sigue siendo una fortuna en comparación con el teatro, dice Donnellan), se comieron muchos sandwiches y un montón de vuelos baratos hacia Budapest para transformarla en el París de los años de 1890.
En comparación con algunas producciones que habían hecho durante su carrera, las cuales van desde de poner a Romeo y Julieta con el Bolshoi en Moscow hasta llevar a Don Giovanni en un tour por las islas escocesas, la cinematografía suena como un juego de niños.
"No voy a decir que fue exactamente relajante," dice Ormerod riéndose. "Pero fue muy emocionante. Fue un proceso extraño, arriba y abajo todo el día, como en una montaña rusa."
Ambos estaban ansiosos antes de que empezase el rodaje, dice Donnellan. "Leímos todos los libros, teníamos hecho el guión, sabíamos dónde iban a colocarse las cámaras. Estabamos muy nerviosos por no fastidiarla porque era nuestra primera película. Pero más o menos durante la tercera hora de rodaje, nos lo echamos sobre los hombros e improvisamos sobre la marcha. Aprendimos realmente rápido."
Ambos encontraron invaluable su experiencia teatral, particularmente cuando se trata de editar y dirigir a los actores. La diferencia entre la actuación en el escenario y la actuación en la pantalla es una de escala, dice Donnellan. "Pero los grandes actores brit´ánicos siguen actuando. A la cámara le gusta ver a la gente pensar, pero también le gusta al público."
Lo que nos lleva de vuelta a Pattinson. La mayor parte de los debuts cinematográficos se pelean para conseguir público. El nombre y la cara de Pattinson en los carteles publicitaros significa que eso no será un problema para Bel Ami. También debería añadir interés lo que vamos a llamar delicadamente las escenas más íntimas de la película.
"Lo he hecho peor en el escenario," dice riéndose Donnellan. "Hacer una escena de sexo es la experiencia más antierótica en el mundo. Tampoco es erótico hacerla en el escenario, pero puedes reirte más en él."
Sobre la posibilidad de que la película atraiga al tipo de público que normalmente no acuden a ver adaptaciones de novelas francesas del siglo XIX, su actitud es que todo el mundo está invitado. Dicho esto, ellos sabían que cuando empezasen a trabajar con Pattinson, la primera película de Twilight estaba a punto de estrenarse. "La locura no había empezado aún," dice Donnellan.
En el set, Pattinson cumpió con su trabajo. "Él es muy dueño de sí mismo," dice Donnellan. "Es bastante serio. Todo lo que se ve de la histeria que rodea a Rob está completamente ausente del set. No se nota nada de eso para nada, es un chico genial de Barnes."
Su primer gran testimonio de esa "histeria" fue en la alfombra roja del Festival de Cine de Berlín. Eso salió bien, y tuvieron esperanzas similares para la película cuando se estrene en UK la próxima semana. De hecho ya han empezado a reunir ideas para su próxima película. Ambos, que dejaron sus carreras en la abogacía hace 35 años para unirse al teatro, no tienen planes de parar por ahora.
Bel Ami se estrena en los cines el próximo viernes, 9 de marzo.
Fuente: HeraldScotland vía RobstenDreams | RPLife
Traducción: TTS
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